Nos habían dicho que habría luna llena, pero las nubes lo cubrían todo. Ni un ápice de luz iluminaba nuestro camino. Era difícil olvidarse del miedo, para ello realicé un ejercicio de abstracción y pensé en mi familia. Aunque el espacio era reducido y nos rozábamos unos con otros, no sentía calor. Notaba el tiritar de aquellos cuerpos, cuya mirada perdida iluminaba el color oscuro de nuestra piel.
De repente el motor enmudeció, comenzó a entrar agua y la desesperación fue nuestro único salvavidas. Cuando recuperé el sentido en aquella playa, contemplé como aquel mar de silencio depositaba sueños muertos sobre la arena.
(microrrelato publicado en www.cincopalabras.com 3ª semana Diciembre/17)
(las palabras son: ápice - abstracción - espacio - color- sentido)
Hola, Javier. Este sí que me ha gustado, cortito, pero con contenido.
ResponderEliminarPor cierto, me "gusta que te guste Aragón y sus gentes", porque soy aragonesa.
Espero que sigas viviendo, dejando vivir y escribiendo.
Gracias, Ana, por tu comentario.
EliminarViví toda mi niñez en Zaragoza, y adoro esa tierra.
Un abrazo