Cada noche nos echaban fuera cuando él llegaba. Daba igual el tiempo que hiciese. Estábamos acostumbrados, por eso tenía preparado un refugio bajo la escalera, para esperar allí a que todo acabase. Cuando oíamos sus pasos bajar, sabíamos que podíamos regresar a casa. Siempre era igual. Entrábamos al dormitorio y allí estaba, inmóvil, semidesnuda sobre la cama. Le desataba la goma que tenía en su antebrazo. Lo envolvía todo en aquel chamuscado papel de aluminio, con cuidado de no pincharme con la aguja y lo guardada. Después volvía a coger mi osito de peluche y nos acostábamos junto a mamá.
(Relato GANADOR del mes de ABRIL/18 en el II Concurso de Microrrelatos de LA RADIO EN COLECTIVO / VALENCIA ESCRIBE)
¡Enhorabuena, Javier, por ser el ganador del mes de abril! En tu relato nos muestras la historia descarnada de la terrible situación que vive una niña por culpa de la drogodependencia de su madre, pero lo haces con tanta sensibilidad que nos provoca ternura y ganas de abrazar y proteger a la protagonista. Muy merecido el premio.
ResponderEliminarBesets muy muy apretados al collet.
Pilar, muchísimas gracias por tu comentario. Ha sido un placer compartir contigo el podium y tu relato "Jubilación Forzosa"
EliminarBesets al collet.
Mi felicitación vaya por delante. Es muy bueno el microrrrelato. La mirada infantil no logra quitar tragedia a la tragedia, pero humaniza el problema. La heroina, junto a las heroínas y sus heróicas estrategias, frente a la niña que pretende para el mundo de sordidez.
ResponderEliminarMuy bueno. Besos
Muchas gracias por tu comentario. He jugado en el título con los dos conceptos de heroína, pero sobre todo resaltar el comportamiento de la niña protagonista.
EliminarBesos.