sábado, 25 de noviembre de 2017

COLORES



    Érase una vez una niña a la que educaron para ser princesa de cuento. Para que soñara con encontrar su príncipe azul y así lograr una vida de color de rosa. Donde las calabazas serían mágicas y los zapatos de cristal.

   Y serían felices y… llegó el príncipe azul y la encerró en su castillo. Poco a poco la princesa perdió el brillo de su mirada y la luz de su sonrisa. El morado comenzó a tatuarse en su piel. Sus días se tiñeron de rojo. El miedo y las lágrimas fueron su única compañía. Y el verde esperanza quedó oculto en las urgencias hospitalarias.

   El cuento acabó cuando un último golpe llevó la vida de la princesa a un fundido en negro definitivo.

(Relato escrito para el #viernescreativo de  Ana Vidal  con motivo del 25 de noviembre #diacontralaviolenciadegenero)


2 comentarios:

  1. No hay nada peor ni más miserable que robar la esperanza y la felicidad a alguien a golpes.
    Un buen micro.
    Un abrazo.

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