viernes, 16 de junio de 2017

CINE DE ARTE Y ENSAYO...



     Soy muy aficionado a ir al cine pero desde que cerraron el de mi barrio he caído en una depresión. Y es que aquel cine tenía su encanto. No porque exhibieran películas en versión original de cine chino, coreano o tailandés. Ni porque fuese la única sala X de mi ciudad. Ni por sus precios baratos. Ni tampoco por escuchar la voz sensual de su taquillera. Ni mucho menos porque cuando comprabas cinco entradas, la susodicha, te enseñaba una teta. Y si comprabas diez te mostraba las dos. Incluso si adquirías una fila completa se ponía de pie, le veías la cara y algo más… Verdaderamente por lo que echo en falta mi sesión de cine, allí, es porque en aquella sala permitían fumar.


Fotografía: Joel Meyerowitz

No hay comentarios:

Publicar un comentario